
Salimos a las 9,30 horas del Domingo con dirección a la Sierra de Outes con intención de encontrar una pista de tierra que nos llevase por la falda del Tremuzo hasta su cumbre. Como no la encontramos paramos a preguntar a unos vecinos del lugar y nos indicaron una pista que comenzaba en la aldea de Outón, pero "que non era fácil".
Allá nos fuimos, pasamos la aldea de Cambeiro, llegamos a Outón y "sorpresa" encontramos la pista. Digo "sorpresa" porque ya en sus inicios intuímos lo que tendríamos por delante. ¡Menudas cuestas!, a cada curva que dábamos, la pendiente se volvía más fuerte. Imaginaros los ratitos de caminata que tuve que hacer. Luis fue subiendo poco a poco pero tb hecho pie a tierra en varias ocasiones. Fueron más o menos 1,2 km los que me pasé con la bici a mi lado. Llegados al final de este camino, enlazamos con los caminos de los eólicos y llegamos a la cumbre. Allí, lo de siempre, unas fotitos, un poco de azucares y el plátano que nunca falta.

Desde ahí todo bajada hasta el Freixo, no sin antes dar unas vueltas por varias trialeras que íbamos encontrando, algunas de las cuales nos hizo volver sobre nuestras huellas, pues la maleza nos prohibió continuar.
En el Freixo visitamos el muelle e iniciamos el regreso por el Crucero de Roo y Outes. Como viene siendo habitual, hicimos las trialeras desde Orro hasta la Barquiña y por el Paseo Marítimo. Visitamos a Neri que todavía estaba trabajando y a casita.
Como podeis ver mucha carretera y poca diversión en tierra pero el cansancio siempre es el mismo.
Un saludo, Nacho.

