Este sábado decidí aventurarme y salir al monte con un grupo de bikers noieses de los que apenas conocía a un par de ellos, pero, debido a la camaradería imperante pronto me sentí cómodo. Partimos a las 9:45 hrs de la parte trasera del polideportivo municipal doce bikers expectantes, pues, como me dijo, creo que Roxe, la ruta sólo la sabía el piloto: Sento. Cruzamos el Puente de Traba y ascendimos por Sabardes en amena charla. Pronto se interrumpió, pues el piloto nos brindó una primera parte muy técnica que exigía concentración: senderos embarrados, piedras mojadas, piedras musgosas, arroyos, trialeritas repletas de ramas mojadas...un disfrute "
ciclocrossístico" bajo nuestras gomas que ibamos disfrutando en fila de a uno entre alguna casual broma. Pronto me dí cuenta de que iba a tener que luchar también contra mis propias cubiertas de seco, que no me agarraban nada. Un circuito fabuloso que en un momento nos llevó pegados al río Tállara para luego finalizar en la zona de San Roquiño, en donde saqué esta foto mientras algunos se aprovisionaban de agua en una fuente cercana.

La ruta prosiguió por caminos de carros abandonados y senderos resbaladizos, hasta cruzar la carretera AC-3101 (Noia - Boiro). Proseguimos por una trialera de subida muy técnica y muy difícil por la falta de tracción que todos sufrimos y que nos hizo echar el pie a tierra más de una vez. Barro, piedras musgosas y lajas mojadas, palos atravesados... en fin, corta y dura pero divertida. Entonces, enlazamos con una pista de tierra en donde hicimos el primer descanso oficial, el del "plátano". Cuando reanudamos la marcha, Buján y el buje nos hizo parar a algunos. Sento, también mecánico del grupo, después de un rato y a falta de la herramienta precisa,
deshaució a su compañero a un regreso forzoso a casa, bajo una intensa granizada. Once efectivos proseguimos ascendiendo en la zona de Moimenta, por buenas pistas de tierra. Tras la visión de una preciosa cascada, llegamos a un cruce en donde nos reagrupamos (aunque en este grupo todos andan fuerte) y algunos jugaron al despiste con Nacho "
Gayofa", que no quería subir por lo que me pareció una rampa infernal, al menos los primeros metros. Descartado ese "
Angliru", comenzamos el ascenso a Iroite por otro camino cuando álguien gritó "Tramo Libre" y el anterior Nacho empezó a tirar, yo me puse a su rueda hasta que llegó el compañero "
de las piernas de culturista", el del "
estilo de carretera"(no me acuerdo de sus nombres) y Roxe, imponiendo un ritmo muy fuerte, aguanté lo que pude y luego cedí, manteniéndome todo el rato a 60 metros más o menos del "
estilista" y de Nacho, mientras a los otros dos ni los veía. Tras 4 kms y medio más o menos sin un sólo descanso (la subí utilizando dos piñones nada más), llegamos a la Base Militar de Iroite y descansamos. Fran, el asturiano, Jorge Outón, Toni, Sento y demás, fueron llegando mientras reponíamos fuerzas con otro breve avituallamiento. Ahí me dí cuenta que tenía fastidiado el buje de la rueda trasera, la horquilla bloqueada y la cala de la zapatilla derecha torcida. Menudo desastre, un rápido diagnóstico de Sento concluyó que tenía que bajar hasta Noia pedaleando. No quise retrasar al grupo y no paré a ajustar la cala, con lo que al poco rato me veo monte abajo, a toda leche, con la cadena descolgada, un pie en el aire y sin suspensión. El descenso fué espectacular, y, sin tocar el asfalto hasta llegar a la aldea de Canabal, donde pronto enlazamos con más caminos, tuvimos que lidiar con trialeras y senderos embarrados, troncos caídos y cascaras de árboles resbaladizas, etc... todo el rato el circuito fué examinando la habilidad de los bikers para llevar su montura por la trazada correcta. No sé si los de las dobles tendrían mayor margen de maniobra, supongo que sí, al menos bajaban más relajados. Yo bajé "
como pude" sin amilanarme y, tensamente, también disfruté. En "
A Coba da Moura" se me desbloqueó la suspensión a base de
pepinazos, más vale tarde que nunca, pensé. De allí a Bergondo y de allí a Noia completamente embarrados y con una sonrisa de satisfacción indisimulable.
Fueron aproximadamente 32 kms de intenso disfrute en un recorrido de bastante nivel técnico por caminos y senderos selváticos de subida y de bajada y una "
subidita" de las de "a 190 ppm" siempre por hermosos parajes. Queda guardado en el disco duro, pues tengo que decir que me encantó a pesar de ser mucho más dura que las rutas que los PV´s solemos hacer. En definitiva, enhorabuena al grupo y a su piloto por la ruta de este pasado sábado y por ese buen rollito que os gastáis. Espero repetir con vosotros. Un saludo.
Jose Santos.